Los precios energéticos y no energéticos aumenten 50 y 20%, respectivamente.
Precios altos de materias primas pueden seguir aumentando hasta 2024, señala el Banco Mundial
Los incrementos en precios de algunas materias primas han impulsado la subida de los costos de producción de otros insumos, entre ellos, el aumento en el precio de la energía incrementa el costo de producción en la agricultura por los combustibles y fertilizantes.
Rusia también produce enormes cantidades de nutrientes, como potasa y fosfato, ingredientes clave en los fertilizantes que permiten el crecimiento de plantas y cultivos.
"La mitad de la población mundial obtiene alimentos gracias al uso de fertilizantes... y si eso se elimina del campo para algunos cultivos, [el rendimiento] se reducirá en un 50%", dijo Svein Tore Holsether, presidente ejecutivo de Yara International.
Los analistas también advirtieron que la medida significaría mayores costos para los agricultores y menores rendimientos de los cultivos. Eso podría traducirse en costos aún más altos para los alimentos.
Se necesitan enormes cantidades de gas natural para producir amoníaco, el ingrediente clave de los fertilizantes nitrogenados. Yara International depende de grandes cantidades de gas ruso para sus plantas europeas.
El año pasado, se vio obligada a suspender temporalmente la producción de alrededor del 40% de su capacidad en Europa debido al aumento del precio del gas al por mayor. Otros productores también redujeron los suministros.
Combinado con tarifas de envío más altas, sanciones a Bielorrusia (otro importante proveedor de potasa) y un clima extremo, esto provocó un gran aumento en los precios de los fertilizantes el año pasado, lo que contribuyó a un aumento en los precios de los alimentos.
La producción agropecuaria genera un gran consumo de combustible, las tareas de siembra, cosecha, fertilización y transporte son las principales causas que consumieron 920 millones de litros. La BCR estimó que en 2018/2019 el consumo fue de:
Este fuerte consumo se va a ver impactado por el aumento del 4,5 %. “Sin duda nos lleva a que tengamos un ajuste más en todo el presupuesto”, remarcó Chemes. Asimismo, destacó que va a incidir negativamente y va a cambiar el “número de rentabilidad”.
Según el estudio realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario, en la campaña 2018/2019 el agro consumió 2195 millones de litros de gasoil, equivalente a 2135 millones de dólares.
Asimismo, el precio de los futuros del gas no muestra cambios significantes en 2022. Su precio en el mercado de los Países Bajos para el primer trimestre es un 227% más alto que el precio anterior a la crisis, mientras que el del segundo trimestre está un 187% por encima. Por otro lado, según datos de Gas Infrastructure Europe, al inicio del invierno las reservas europeas de gas son un 27,4% inferiores a las que se tenían hace 12 meses, y un 37,4% menos que las que se tenían en el mismo periodo en 2019. De ahí que JP Morgan haya revisado al alza sus pronósticos para el precio del gas en 2022.