El agua es el principal insumo en producción agrícola tan importante en este proceso de recuperación económica y seguridad alimentaria, la agricultura de regadío representa el 20% del total de la tierra cultivada y aporta el 40% del total de alimentos producidos en todo el mundo.
En Chile, México, Siria, Irak, India, Estonia y demasiados países más están experimentando problemas serios por la escasez del agua, cerca de 884 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable (36% de la población mundial) y lamentablemente se prevé que cada año la demanda seguirá superando la disponibilidad de este valioso recurso, un 52% experimentará este problema hacia el año 2050.
La calidad del agua es tan esencial para las plantas y los cultivos como para el ganado. Las infecciones fúngicas persistentes en las plantas a menudo pueden ser el resultado de contaminantes.
El cultivo de flores de corte, en particular, es susceptible a las esporas de hongos, que prosperan en agua contaminada.
Las biopelículas pueden causar desoxigenación en los suministros de agua, lo que conduce a un suelo con deficiencia de oxígeno, privando a las plantas del oxígeno que necesitan.
Los animales necesitan agua para su sano desarrollo y crecimiento. Básicamente, la calidad de los productos finales, como la carne y la leche, depende de la calidad de la alimentación animal, incluida el agua.
Para mantener su ingesta de alimento, los animales necesitan acceso a un suministro de agua disponible que no esté contaminado.
El ganado consume grandes cantidades de agua, por lo que siempre existe el riesgo de que ingiera contaminantes.
Estos contaminantes incluyen sales minerales, metales pesados, toxinas, bacterias y heces de animales.
Los contaminantes en el agua potable del ganado pueden causar infertilidad y baja producción de leche; pueden causar problemas de fertilidad, enfermedades, enfermedades y la muerte.
La segunda ciudad más grande de México, en la que viven más de 5,3 millones de personas, padece desde principios de año una sequía que ahora es catalogada como "extrema" y que ha llegado a su punto más álgido este mes.
Para el 2030 se espera que el uso del agua aumente en un 40% gracias a una combinación de factores como el cambio climático, la acción humana y el crecimiento demográfico, aunque hoy en día ya es excesivo en algunas ciudades. Por ejemplo, el consumo promedio de agua al día en la CDMX es de 366 litros diarios por persona, siendo el consumo residencial el más elevado con 567 litros en promedio por habitante al día.
Los usos eficaces y seguros del agua en la agricultura dan como resultado un buen rendimiento de los cultivos y la producción ganadera. Pero la mala calidad del agua puede tener un impacto negativo significativo en el crecimiento de los cultivos, el bienestar y la salud de los animales y, en última instancia, el rendimiento económico.